sábado, 3 de agosto de 2013

EL BANCO Y NUESTRO DINERO


El sistema financiero es el cuarto agente en toda economía capitalista.
El primero son las familias
 El segundo las empresas que son poseídas por las familias.
 El tercero el sector público y el cuarto el sector financiero.
Este sector es el mercado financiero, donde cualquiera de los otros tres agentes introduce su ahorro o busca financiación. 


El sistema financiero no es un ente abstracto,  es un intermediario  que usa activos líquidos (tesorería) en la forma de depósitos bancarios para financiar inversiones menos líquidas de sus prestatarios. El banco realiza esta operación a cambio de un beneficio, lo que se viene a llamar un tipo de interés el cual el prestatario deberá devolver junto con el importe recibido por dicha entidad.



La mayoría de las personas tenemos nuestros ahorros en cuentas bancarias, ya no se lleva mucho eso de guardarlo debajo del colchón a la espera de darle un buen uso. Mejor que espere en el banco que es más seguro, cómodo y, en la mayoría de los casos, rentable. Todo esto, si pensamos exclusivamente en nosotros mismos.



¿A quién sirve mi dinero?

“Como ahorradores o inversores, estamos prestando nuestro dinero al banco para que lo utilice y obtenga una rentabilidad. Y según a qué sectores o empresas lo preste, estará promoviendo un tipo de realidad social u otro. Todos somos responsables de lo que se hace en el mundo con nuestro dinero”



OFERTA MONETARIA

 Todo el dinero que exista tiene dos componentes principales: efectivo y depósitos del sistema bancario.
 El efectivo es puesto en circulación por los bancos centrales, que son los únicos que pueden imprimir el dinero. Después están los depósitos que son ese dinero en efectivo que entra a los bancos como ahorro, más el dinero que crean los bancos.

A veces, sobre todo cuando la economía va mal, puede desarrollarse una situación de pánico bancario en el país, habiendo en este un número considerable de depositantes de un banco que tratan de retirar su dinero ante el temor de que la entidad vaya a quebrar. Históricamente han demostrado ser contagiosas, de tal forma que el pánico se extiende a otras entidades bancarias en una reacción en cadena.



En la actualidad, estamos asistiendo a una toma de conciencia sobre el uso que hacemos de nuestro dinero. La crisis financiera está despertando un interés por saber en qué invierten los bancos los ahorros que les confiamos y demostrando la importancia de que éstos sean transparentes en las inversiones. La complejidad y opacidad de muchas operaciones bancarias ha puesto al descubierto que algunas entidades no sabían dónde estaba invertido su dinero, y mucho menos sus clientes. 


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